Criticas SI, ofensas NO, y menos si uno se llama de Izquierdas:

Como van a distinguir a un obrero si no pueden ni verlos:

Ofensas personales y/o a todo un pueblo:

Ante las descalificaciones personales e ideológicas, que son las más importantes por afectarme no solo a mí, sino a todos los que defendemos posiciones de izquierdas y revolucionarias, vertidas por Juan Torres López catedrático de economía en la Universidad de Sevilla, en contestación a dos artículos de opinión que últimamente he publicado, “Alternativa o una nueva traición” y ¿Por qué? permitimos que nos quiten la memoria y la conciencia. Me veo en la obligación moral, ética e ideológica de hacer pública mi respuesta.

Denuncio la actitud de Juan Torres porque pienso es de interés general, por ser él uno de los protagonistas del llamamiento que se hace para el día 19 de febrero a la convergencia de los sectores de izquierda, desde luego ofendiendo a los que no comparten sus posiciones es difícil que se consiga. Se unen en esta convocatoria: Almudena Grandes, Manolo Monereo, Marcos Roitman, Mari Angels Martínez Castells, María José Saura, Miguel Riera, Pascual Serrano, Pedro Montes, Rafael Pillado, Ramón Zallo, Ricardo García Zaldívar, Roberto Viciano, Rosa Cañadell, Rosa Regás, Salce Elvira, Teodulfo Lagunero, Vicenç Navarro, Xosé Manuel Beiras, Armando Fernández Steinko, Begoña San José, Carlos Berzosa, Carlos Martínez, Diosdado Toledano, Enrique de Santiago, Francisco Fernández Buey, Gaspar Llamazares, Ignacio Ramonet, José Luis Sanpedro, José Manuel Naredo, Juan Ramón Capella, Juan Torres López, Luis García Montero. Y entre los adherentes se encuentra nada mas y nada menos que Santiago Carrillo Solares y otros muchos del mismo signo ideológico.

Dice Juan:

“Enrique no había leído tonterías más grandes y propias de un verdadero ignorante desde hace muchos años. No solo eres un irresponsable sino que hay que tener mucha cara dura para que alguien que no mueve un dedo por nada descalifique a quien dedica miles de horas a tratar de mejorar el mundo como humildemente puede. Juan Torres López desde su Iphone.”

Juan como buen intelectual (no seré yo quien le quite su mérito profesional, aun sabiendo que se bajará a mitad del camino) y socialdemócrata, debería de haberme refutado con argumentos políticos e ideológicos y nunca con descalificaciones personales que no casan con un intelectual de su talla, pero que se cree que su cátedra le da licencia para insultarme e insultar a quienes se atrevan a contradecirle en sus posiciones políticas. Así mal empezamos.

Los seguidores de su página en internet tienen de él otra imagen, pero si leyeran estas contestaciones, que parecen más bien hechas por un reaccionario pequeño burgués, que por un “abanderado de la lucha revolucionaria de la clase obrera” , como pretende, que le molesta que un ebanista no diga “si mi amo” a todo un intelectual, a Juan le gusta que lo adulen como lo hacen en su página de internet la mayoría de sus visitantes, y esto no lo hace tampoco un demócrata como él se llama. Decirle a un obrero que no hace nada y que él dedica miles de horas a ver como mejoran el mundo ( ¿a qué mundo?, al suyo personal, para defender a los que más daño hacen a la izquierda real, el PSOE), no es más que un arrebato infantil, ellos, los de la lista están la mayoría en nómina, a costa de los presupuestos del Estado (que en su mayoría los aportamos la clase obrera), al que defienden, y un trabajador manual no tiene más remedio que trabajar, y en sus descansos hacer lo que puede, pero decirme eso a mí, cuando sabe que no es verdad (si quiere aportamos currículo de lo que hemos hecho cada uno), tiene el delito de mentir con conciencia y eso no lo debe hacer, esos que quieren arreglar el mundo, este se arregla con la verdad y sumando, no restando, los trabajadores lo hacemos “como humildemente podemos”.

Juan debería de tener memoria y acordarse de sus andaduras por los años 80 cuando no era nada (hoy sale en TVE, no es por revolucionario, porque a estos no los sacan), y nadie le escuchaba (entonces se vestía de “trosko”, cosa que yo respeto), pero el que escribe le ofreció que colaborara con el sindicato de CC.OO, en ayudar a desmontar las suspensiones de pagos, y regulaciones de empleo (hoy ERES) que los empresarios hacían ilegales para esconder su situación de quiebra, y evitar su posible encarcelamiento, y para eliminar a los trabajadores más conscientes y revolucionarios, esto me costaba a mi bastantes quebraderos de cabeza con la dirección del sindicato (a mi, ya me habían expulsado del PCE por defender el Marxismo-Leninismo, y ellos eran mayoría en la dirección de CC.OO), que estaba en contra de que él participara ya que no era del PCE y lo calificaban de trotskista. Muchas discusiones tuve que tener para demostrar que el problema no era si él era de aquí o de allá, si no lo que aportaba en aquellos momentos al sindicato. Poca memoria.

Dice también en otro “corto” Juan y esto es lo más grave porque utiliza el lenguaje del ESTADO:

El viejo marxista leninista se ha hecho nacionalista. Cojones, haberlo dicho antes. Me parece estupendo. Vete allí y os echáis unos porros y unos tiritos cantando las canciones del Seminario que es lo que saben hacer de puta madre. Esas son las dos orillas? El aberzalismo y los demás? Manda huevos. Juan Torres López desde su Iphone.

Como el bien me llama marxista leninista, solo decirle que me alegro por reconocer mi coherencia ideológica, después de tantos años.
"Debemos exigir la liberación de las naciones oprimidas, no en difusas frases generales, no en declamaciones desprovistas de contenido, no postergando el problema hasta el socialismo, sino en un programa político formulado con claridad y precisión, que tenga en cuenta muy especialmente la hipocresía y cobardía de los socialistas en las naciones opresoras" Lenin en La Revolución Socialista y el derecho de las naciones a la autodeterminación.

Lo que dice Juan Torres lo descalifica como demócrata, como intelectual y por supuesto como persona de izquierdas, al hacer descalificaciones personales e ideológicas con terminologías que ofenden a todo un pueblo, insinuando que la Izquierda Abertzale solo sabe fumar porros y pegar tiritos, esto solo tiene un calificativo, ser un cobarde, y un alineado con el Estado capitalista y represor de los derechos de los ciudadanos y de la clase obrera, esto por si solo lo descalifica de cualquier posición que se llame de izquierdas, y lógicamente solo puede decirlo una persona que defienda el Estado actual y no una persona que está llamando, se supone, a la convergencia de las fuerzas de izquierda y revolucionarias. ¿Qué convergencia? ¿con quién? con los mismos liquidacioncitas del pasado y otros arribistas y oportunistas, que además están casi todos en el mismo partido, PCE e IU ( así liquidan al PCE), y que su único objetivo es que el PSOE no pierda el poder y así situarse todos ellos (la historia lo confirma), esto sí que manda huevos. Ofender a otros planteamientos ideológicos y políticos que existen y con bastante influencia en el País Vasco es ofender a sus simpatizantes y militantes, son muchos y muchas, lógicamente si uno reacciona así ante opiniones democráticas, debería de ser consecuente y decir a la gente sus verdaderos planteamientos ideológicos y no esconderse en la crítica economicista constantemente porque ésta no clarifica siempre las dos orillas, ni a las masas lo que realmente se defiende.

¿De qué orillas habla Juan Torres? No es el “aberzalismo y los demás”. Una orilla es la de la gente auténticamente de izquierdas, sector en el que desde luego tú no te encuentras y la otra orilla la forman los que siempre han utilizado y engañado a la clase obrera persiguiendo sus propios intereses, una orilla es la de los revolucionarios y la otra es la de los “intelectuales” que “os adornáis de miles de horas para mejorar el mundo”. ¿De qué mundo hablas Juan Torres? De tu cómodo mundo burgués. ¿Qué has hecho tú para mejorar el mundo desde tu confortable sofá universitario? Nada. Para mejorar el mundo hace falta una clase obrera con consciencia de clase y unos dirigentes que no la engañen ni la traicionen, la organicen y la conduzcan a un proceso revolucionario, o al menos que le hagan avanzar hacia un auténtico proceso revolucionario que acabe definitivamente con las graves injusticias que padece y desde luego una persona con tu trayectoria no es la más idónea ni ha trabajado nunca ni trabajará con ese objetivo.