Manuel Ruiz Romero, con su nueva obra, en la Plaza de la Magdalena de Sevilla.
4 de diciembre Hoy, 30º aniversario del Pacto de Antequera
Las raíces del andalucismo
Ruiz Romero analiza en su última obra, Premio de Historia Ateneo de Sevilla, las razones por las que arraigó el sentimiento nacionalista en la Andalucía de la Transición
Javier Chaparro Actualizado 04.12.2008 - 05:03
Manuel Ruiz Romero, con su nueva obra, en la Plaza de la Magdalena de Sevilla.
De no haber sido por Manuel Ruiz Romero (Sevilla, 1959) la historia del andalucismo, desde una perspectiva infantiana, sería una gran e ignota laguna. Desde hace más de dos décadas dedica su tiempo a indagar en las raíces del nacionalismo andaluz y en el papel que tuvo -y se le adjudicó- antes, durante y después de la Transición. Ha publicado decenas libros, participado en otros tantos congresos y escrito innumerables artículos en diversos medios, entre los que se encuentran los periódicos del Grupo Joly.Su última obra, Tiempos de cambio: Andalucía hacia la
Transición autonómica, ha merecido el VII Premio de Historia del Ateneo de Sevilla. ¿Por qué el sentimiento nacionalista arraigó de forma tan abrumadora en Andalucía al tiempo que el país iniciaba el camino hacia la conquista de la democracia? La Guerra Civil había enterrado el proceso autonómico e impedido que Andalucía se dotase mediante referéndum de un estatuto similar al que habían ganado Cataluña y País Vasco. Blas Infante y la blanquiverde llevaban enterrados 40 años. ¿Quién se encargó de desenterrarlos? ¿Cómo se propició la movilización ciudadana masiva del 4 de diciembre de 1977? ¿Qué llevó a los partidos con representación a firmar justo un año después el Pacto de Antequera?. "La espontaneidad no existe en la Historia", sentencia Ruiz Romero.
Su trabajo para dar respuesta a ésas y otras cuestiones ha sido pionero. A lo largo de los años ha contado con el privilegio de contar con el testimonio de muchos de los protagonistas de un proceso histórico en el que la sociedad y sus representantes políticos caminaron de la mano. "Andaluz, éste no es tu referéndum", fue el lema de la contracampaña al referéndum de autonomía del 28 de Febrero de 1980.
Se equivocaron.Romero considera que entre las razones que impulsaron el sentimiento nacionalista estuvo un movimiento intelectual muy fuerte y comprometido -"a diferencia de lo que hay hoy", se lamenta el autor- con las tendencias regionalistas/nacionalistas, unido a un movimiento artístico muy crítico con el franquismo.
Unos y otros se encargaron de impulsar las figuras de Lorca, Machado, Cernuda... del propio Infante. La crisis económica también jugó en favor de la autonomía andaluza. "Las inversiones llevadas a cabo en el tardofranquismo se concentraron más allá de Despeñaperros, en el triángulo de Cataluña, País Vasco y Madrid, y el andaluz veía cómo una tierra rica en recursos como la suya tan sólo era apreciada como fuente de mano de obra barata para la emigración", apunta Ruiz Romero.Pero la emigración no fue neutral en el proceso autonómico.
Como los cantes, fue un fenómeno de ida y vuelta. Explica Romero que aquellos que se fueron a Alemania, a Francia o a Cataluña -la colonia andaluza en esta última alcanzó el millón de personas- vieron cómo en sus lugares de acogida se asía con orgullo la bandera autóctona como elemento identitario. En correspondencia, la blanca y verde se convirtió para todos ellos en el símbolo que les unía en la distancia a su tierra de origen.
La tesis de Ruiz Romero se completa con el papel jugado por los medios de comunicación y los incipientes partidos políticos, dos poderes que se aliaron sin medias tintas tal y como quedó demostrado con ocasión del referéndum. La prensa fue el "vehículo de socialización del andalucismo", una ideología que abrazaron en diferente gradación algunos derechistas moderados, los centristas y la izquierda de todo espectro en aras del consenso.
El PSLA de Manuel Clavero, el PSA y el PTA marxista-leninista fueron, según la investigación de Ruiz Romero, quienes se situaron en la primera fila de un proceso al que también se sumaron algunas élites locales "reconvertidas". "El proceso de descentralización de España y la súbita aparición de la cuestión regional en la agenda política española hicieron el resto y acabaron por despertar la conciencia autonómica de los andaluces", concluye Ruiz Romero.
Jose Antonio Iglesias:
Hola Marcos, buenas noches: He recibido tu correo con "Las raíces del andalucismo" y quería hacerte algunos cometarios, antes desearte toda la felicidad que te mereces y recordarte que en mi cuentas con un amigo de todo corazón y para todo lo que quieras:
1.- No creo que el andalucismo esté tan arraigado en Andalucía, lo que está arraigado más bien es el "pasotismo", pero al igual que en el resto del país y del mundo occidental porque, con "la que está cayendo" es increible que no haya reacción alguna que vaya al fondo del asunto con propuestas de progreso y como no revolucionarias.
2.- Me da la impresión de que Ruiz Romero ha perdido los últimos 20 años "indagando las raíces del nacionalismo andaluz". Solo le habrá proporcionado algún beneficio a él personalmente por sus numerosos libros y publicaciones, pero está claro que al pueblo andaluz nada de nada. El pueblo andaluz, al que al parecer va dirigida toda su obra, desconoce al Sr. Ruiz Romero. Es una barbaridad afirmar que "el sentimiento nacionalista arraigó de forma tan abrumadora en Andalucía..." y además una falsedad ya que solo habría arraigado ese sentimiento si hubiese sido de alguna utilidad para el pueblo andaluz.
3.- No se puede analizar ni valorar lo sucedido en los últimos lustros en Andalucía sin enfocarlo desde una perspectiva de clase. El único sentido útil que tendría el "andalucismo" sería el que tuviera un contenido de clase y revolucionario. El andalucismo "interclasista", que es el que desarrolla el Sr. Ruiz Romero lo que hace es perpetuar las desigualdades e injusticias y tratar a todo el mundo por igual y consolidar el sistema capitalista.
4.- ¿Para qué quiere Andalucía un Estatuto como el Vasco o Catalán?, ¿Para hacer lo que los vascos y catalanes? No es necesario ningún Estatuto para que el pueblo andaluz avance y se desarrolle, lo necesario son determinaciones y acciones políticas que lo liberen de la esclavitud a la que lo tiene sometido el sistema capitalista y eso no se consigue intentando imbuir al pueblo un trasnochado y decimonónico sentido nacionalista. Sí se consigue luchando por la auténtica liberación del pueblo oprimido, dándole un sentido internacionalista a su lucha y no propugnando un "localismo" que solo beneficia a los explotadores. Lo peor que le puede suceder a un pueblo oprimido y explotado es que sea controlado ideológicamente por su enemigo opresor.
5.- ¿De que le ha servido al pueblo andaluz que se desenterrara la blanquiverde después de 40 años? ¿Y el Pacto de Antequera que utilidad ha tenido para el pueblo andaluz? Da la impresión que la utilidad de la bandera y el pacto se terminan en ellos mismos, porque la única utilidad que tendría para el pueblo andaluz es que hubiera servido para avanzar.
6.- Del "movimiento intelectual muy fuerte y comprometido" que indica Romero no puedo entender en qué consiste y para qué ha servido. ¿Donde están los intelectuales comprometidos con el cambio y el progreso para el pueblo andaluz? ¿Son los que lucharon por el referendum tan útil para el pueblo andaluz? Da la impresión, leyendo el artículo, que la lucha por el andalucismo es un fin en si misma y nada más, no se avanza nada en beneficio de las grandes mayorías oprimidas, ni con el Estatuto andaluz ni con ningún Estatuto, solo se avanzaría en la dirección correcta adoptando medidas revolucionarias y de progreso que beneficien a las grandes mayorias explotadas y concienciando a esas mayorías y no "adormeciéndolas" con recurrentes cantinelas autonomistas y de agravio comparativo con otras autonomías, que tampoco han servido para nada, ni han dado beneficio alguno a los ciudadanos.
7.- El "despertar de la conciencia autonómica" es un invento de su autor, que confunde sus deseos con la realidad. Ni existe conciencia autonómica ni va a existir hasta que no lleve consigo una idea de auténtica liberación de la opresión.
En fín joven, que cuando he leído el correo que me has mandado sobre "las reaíces del andalucismo", me "pedía el cuerpo" un desahogo y eso he hecho. Espero que no te haya molestado. Un fuerte abrazo de "tu" Pepe.